La idea que puso a volar el agua en San José La Cima II
En 55 años de vida en el barrio, Mónica García había logrado con sus vecinos muchos hitos en trabajo comunitario, pero nunca pensó ver agua potable correr por el aire. El lote pelado con unas cuantas casitas al que llegó con su gente a finales de los años 60 es hoy el sector donde funciona el piloto del primer acueducto aéreo del Valle de Aburra.
Se llama San José La Cima II, pertenece a la comuna 3 (Manrique), y queda en el filo donde termina la ciudad y sigue la parte alta de la montaña. Hasta junio de este año usaron agua no potable que recolectaban de un acueducto comunitario: “El acueducto ha cambiado la vida de la gente porque antes llegaba el agua muy sucia y pocas horas al día. La comunidad se quejaba mucho y constantemente había gente que se enfermaba del estómago o le daba sarpullidos”, cuenta García, presidenta de la Junta de Acción Comunal y quien habita una de las 150 viviendas beneficiadas.
A diferencia del resto de las redes que transportan el agua potable en la ciudad, que van por debajo de la tierra, en ese pequeño y escarpado sector del nororiente de Medellín las tuberías vuelan. A lo largo de 400 metros una serie de postes nuevos, que se instalaron para el proyecto, sostiene el tubo negro de dos pulgadas que se levanta para transportar el agua.
“Es un acueducto convencional, pero colgado de un poste. Fue la solución que encontramos para suplir la necesidad porque el sector tenía limitaciones geográficas, geotécnicas, topográficas y sociales. ¿Por qué más postes? pegarlo a los que sostienen las redes de energía —y de tv y telefonía— no era opción porque esos ya estaban muy cargados”, cuenta Juan Camilo Hurtado, profesional de Planeación de Aguas EPM y mentor del proyecto.